CONOCE MÁS SOBRE EL SIC
¿QUÉ ES SIC?
El síndrome del intestino corto (SIC) es una condición que se produce como consecuencia de la pérdida anatómica de partes del intestino delgado o pérdida funcional, que impide el correcto funcionamiento del intestino delgado.
El SIC es consecuencia de una enfermedad previa que requirió una o numerosas resecciones quirúrgicas de múltiples partes del intestino delgado, dejándolo con una extensión generalmente menor a 200 cm. En casos menos frecuentes, el SIC puede estar presente desde el nacimiento como resultado de un defecto congénito en el que faltan partes del intestino delgado. 1.5
Según las guías de la Sociedad Europea de Nutrición Clínica y Metabolismo (ESPEN), el SIC se clasifica por los criterios anatómicos con riesgo de fallo intestinal (FI) según la extensión del intestino delgado remanente. 1.5
Síntomas de SIC-FI
Los síntomas del SIC pueden variar y la gravedad dependiendo de la extensión y del tipo de pérdida intestinal. Los siguientes síntomas son frecuentes y se asocian con la incapacidad de absorber adecuadamente los líquidos y nutrientes: 1,5
FATIGA / DEBILIDAD
DESHIDRATACIÓN
PÉRDIDA DE PESO
DIARREA
FALLA INTESTINAL VS. INSUFICIENCIA INTESTINAL
La falla intestinal no debe confundirse con la insuficiencia intestinal. Si bien el funcionamiento intestinal se ve comprometido en la insuficiencia, no hay dependencia de la nutrición parenteral para sobrevivir como ocurre con la falla intestinal.1,5
Falla intestinal (FI): Reducción de la función intestinal por debajo del mínimo necesario para la absorción de macronutrientes y/o agua y electrolitos, por lo que la suplementación endovenosa es necesaria para mantener la salud y/o el desarrollo. En este caso, el paciente depende de la nutrición parenteral.1,5
Insuficiencia intestinal (II): Reducción de la función de absorción intestinal que no requiere suplementación endovenosa para mantener la salud y/o el desarrollo.1,5
Referencias
1. Guillén B et al. Síndrome de intestino corto. Perlas de estadísticas. 2019. 2. Melchiorri D et al. Nat Rev Descubrimiento de drogas. 2013;12(9):719. 3. Pironi L et al. Clínica Nutri. 2016;35(2):247–307. 4. Hofstetter S. et al. Curr Med Res Opinión. 2013;29(5):495–504. 5. Kelly DG et al. JPEN J Parenter Nutrición enteral. 2014;38:427–437.